Fuegos Artificiales

Apunte histórico sobre el Concurso "Villa de Bilbao"

(del Programa Oficial de Fiestas)

.....Prometimos en 1999, cuando hicimos la reseña del papel determinante que Quico Mochales había jugado en la revitalización de las fiestas bilbaínas y en el advenimiento de la Aste Nagusia como tal, que algún día contaríamos lo que hizo el propio Quico Mochales, como director de relaciones públicas de "El Corte Inglés", para poner en marcha, encender la mecha (decíamos en aquella ocasión) del mayor espectáculo de nuestra actual Aste Nagusia: los Fuegos Artificiales. Y como lo prometido es deuda, aquí estamos para contarlo......

.....Lo cierto es que en los dos primeros años, 1978 y 1979, y básicamente por razones de presupuesto, o mejor dicho, de falta de presupuesto, las sesiones de Fuegos Artificiales fueron meramente testimoniales.

.....En 1980, el conflicto suscitado por el alcalde Castañares por el control "político" de las fiestas dio al traste con la correspondiente edición de la Aste Nagusia y los Fuegos Artificiales, aunque los hubo, pasaron inadvertidos......

.....Así pues. no es sino hasta 1981, que la cosa se pone en marcha con la oferta hecha por Quico Mochales, desde su cargo de director de relaciones públicas de "El Corte Inglés", de encargarse de organizar y patrocinar, en el marco de las fiestas de Aste Nagusia, el "Primer Certamen Pirotécnico - Villa de Bilbao". Concurso que, con un presupuesto más bien limitado y categoría nacional (estatal, convendría decir mejor) se convoca ese mismo año de 1981 contando con la participación de tan solo seis pirotecnias - Antonio Arnal, de Moncada (Valencia), Mario Igual, de Barcelona, Zaragozana, de Zaragoza, Astondoa, de Areatza - Villaro (Bizkaia), Santiago Rocha, de Oza de los Ríos (Coruña) y Vicente Caballer, de Godella (Valencia) - de entre las que se proclamó ganadora la pirotecnia gallega de Santiago Rocha.

.....En un principio los fuegos se disparaban desde la calle Bailén, en la pequeña explanada situada frente a las Estación de Santander. Un lugar con solera, puesto que desde allí se habían venido disparando en los últimos cien años, que, sin embargo, se reveló insuficiente para la exhibición de los cada vez más potentes artilugios pirotécnicos, y, sobre todo, para el lanzamiento de los llamados "fuegos aéreos". Se trasladó el sitio de disparo al muelle de Ripa, frente al Arenal, aprovechando una estrecha franja de terreno que quedaba disponible entre el mismísimo borde de la Ría y las vías del ferrocarril de Santurce, que por allí discurrían, debiendo suspenderse la circulación de trenes, cada noche, durante el lanzamiento de las respectivas colecciones. Pero los inconvenientes de falta de espacio para los pirotécnicos, y riesgo para el público, que se situaba a muy escasos metros (con la Ría de por medio), seguían siendo prácticamente los mismos, suponiendo todo ellos una grave limitación de las posibilidades de crecimiento y mejora del Concurso de Fuegos Artificiales Villa de Bilbao, un "espectáculo de masas" que desde le primer momento había contado con la aceptación y respaldo del público bilbaíno.

....Si se quería conseguir "mayores vuelos", había que buscar un emplazamiento adecuado, y a ello se puso, con la constancia que le caracteriza, Quico Mochales, cuya imagen a lomos de su "Harley", comprobando la visibilidad desde los más diversos puntos de la Villa, en la noche del verano de 1988 en que se hicieron las pruebas desde las Campas de Mallona, ya forma parte de la intrahistoria de la Aste Nagusia bilbaína. Siendo otra de las aportaciones de su peculiar estilo "inglés", el establecimiento de la sede de los jurados del Concurso en los salones de la exclusiva Sociedad Bilbaína, donde todavía se siguen reuniendo. (Anteriormente, cuando los Fuegos se disparaban desde Ripa, el jurado los contemplaba desde la balconada central del Ayuntamiento.)

.....Así pues, 1988 fue el primer año en el que se dispararon desde las Campas de Mallona los Fuegos Artificiales de Aste Nagusia (que desde 1982 ya sumaban ocho sesiones). Un cambio imprescindible para poder saltar a la categoría internacional, a la que se accedió en 1990.

.....Se estableció entonces (1990), todavía que Quico Mochales como impulsor del ascenso - "tiro" en el acertado decir pirotécnico -, que las sesiones de Fuegos Artificales de Aste Nagusia se dividirían en cinco de Concurso, con categoría internacionales, como queda dicho, y otras cuatro de Exhibición, aumentado consiguientemente el número total de espectáculos a nueve, e incrementando muy sensiblemente el presupuesto (que este año de 2004 asciende a 25.243 euros por colección de concurso, más otros posibles 2.500 si vienen del extranjero, y a 14.425 euros por colección de exhibición). Y salvo las tensiones sufridas en 1991, que redundaron en un menor presupuesto y en la ausencia de pirotecnias internacionales, como consecuencia de la crisis municipal que protagonizara el alcalde Gorordo con la dirección de su partido, el PNV, este esquema ha seguido invariable hasta nuestros días (desde 1992, ya directamente organizado por el Área de Cultura del Ayuntamiento de Bilbao) y con un creciente prestigio.

.....Prestigio asentado en las estrictas normas de selección de los particpantes de "Gran Premio Internacional de Fuegos Artificiales Villa de Bilbao" (su nombre oficial), que han de ser ellos mismos "fabricantes" y no meros distribuidores o exhibidores, basar su espectáculo en el disparo mayoritario de material de elaboración propia (aunque se acepte una pequeña proporción de material de otra procedencia), y encargarse personalmente de diseñar y disparar su colección. Normas que han propiciado que al Concurso de Bilbao, haya sido al primero del Estado, y al segundo de Europa, al que la mítica casa japonesa Murutamaya se ha desplazado (en 1993) para exhibir sus fuegos.

.....Y prestigio refrendado por la propia ciudadanía, que los elige repetidamente (en las encuestas) como el espectáculo preferido de la programación de Este Nagusia, aún con un creciente número de discrepancias sobre el progresivo adelantamiento de la hora de disparo (que ha pasado de las 12:30 de la noche de los primeros años a las 10:30 de hoy en día), pero solicitando que se les dedique más presupuesto para hacer que todas sus sesiones sean de Concurso.

.....Solicitud que quizá no sea tan pretenciosa, si tenemos en cuenta que su coste por espectador, estimados por la policía municipal en más de trescientos mil por sesión, apenas si supera los seis céntimos (once pesetillas de las de antaño) de media.

.....No siendo nada desdeñable, tampoco, el argumento de la conveniencia de potenciar el Concurso Pirotécnico como una forma de generar riqueza, como ya demostrara, en el siglo diecisiete, el famoso ministro de Luis XIV, Jean Baptiste Colbert (1619-1683) conocido como el "científico de la economía", que fiel al concepto del llamado "dirigismo", por el que el estado era responsable de crear las condiciones de crecimiento y desarrollo económico de la nación en beneficio del conjunto de la población, en los momentos de guerra y pobreza no sólo no se amedrentaba, sino que preparaba fastuosas fiestas pirotécnicas difundiéndolas intensamente, porque la consecuente asistencia de extranjeros al espectáculo no sólo cubría los gastos sino que proveía jugosas ganacias.

.....Y es qeu, después de todo parece evidente que los Fuegos Artificiales le gustan a todo el mundo. Y para probarlo, basta recordar los festejos por el reciente (aunque mal interpretado) cambio de milenio. El día 31 de diciembre de 1999, acompañando a las horas, los fuegos artificiales dieron una vuelta completa alrededor de la Tierra, comenzando en las islas Kiribati, en el Pacífico Sur, y terminando, venticuatro horas mas tarde, en la isla de Samoa, en Oceanía. Millones y millones de personas miraron hacia el cielo y enmudecieron a la luz de la pirotecnia en miles y miles de pueblos y ciudades del planeta.

Aste Nagusia

.....resti.....

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